Reflexión Cuaresmal

en cuaresmaJUEVES DE LA PRIMERA SEMANA DE CUARESMA

 

Leer textos: Ester 4,17/ Salmo 137/ Mateo 7,7-12

 

Reflexión:

“Al que no habla ni Dios le oye”.

 

Desde el primer día de la cuaresma se nos dijo claramente que la oración es una de las practicas mas importantes para nuestra conversión, además dl ayuno y la caridad. El tema de las lecturas de este primer día, está centrado en la oración. Al comenzar la cuaresma se nos invitaba a no rezar para que la gente nos viera, a orar con sinceridad y sencillez, con palabras que broten de nuestro corazón.

 

Jesús nos enseñó a dirigirnos a Dios como “Padre nuestro..” Hoy, en el evangelio que escuchamos nos vuelve a decir que hablemos con nuestro Padre, pidiendo lo que necesitamos, buscando lo que hemos perdido o no tenemos y tocando la puerta para que nos deje entrar. Pero hay que fijarse bien; notemos que todas estas acciones parten de la persona, de cada uno de nosotros. No esperemos que las cosas nos caigan del cielo, sin poner nada de nuestra parte.

 

Tal vez alguno puede decirnos: “¿Y para que rezar si Dios no nos oye?”. Pues bien, ante esta objeción Jesús responde con un ejemplo muy sencillo: “¿Acaso hay alguien, entre ustedes, que cuando su hijo le pida pan, le de una piedra? ¿O cuando le pide un pez, le de una serpiente? Si ustedes, siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto mas su Padre, que está en los cielos, le dará cosas buenas que les pidan” (Mt 7,9-11).

 

Orar no se trata únicamente de repetir oraciones de memoria, aunque a veces lo hacemos, sobre todo en comunidad. Orar significa ponernos en la presencia de Dios y abrirle nuestro corazón, nuestra mente, para platicar con Él y contarle nuestras alegrías y nuestras tristezas; nuestros triunfos y nuestros fracasos. Orar, no significa pedir ayuda solo cuando estamos en dificultades, es también dar gracias por los dones recibidos, pedir fuerza y luces para caminar bien cada día. Ojala podamos decir como el salmista: “El día que te invoque me escuchaste… Me das vida cuando estoy angustiado. Contra el coraje enemigo, tu mano extiendes, y me libera tu mano derecha” (Sal 137)

 

¿Cómo hago mi oración? ¿Me siento escuchado? ¿Cada cuando hago oración? ¿Qué es lo que le pido a Dios? ¿Qué es lo que realmente necesito?

 

Oración personal:

Señor, cuantas veces me sentido necesitados de tu gracia para saber orar, cuantas veces no se como dirigirme a ti y hacerte saber lo que verdaderamente quiero decirte y equivoco la manera de hablarte. No he sabido orar Señor, te he pedido lo que no necesito y me he sentido que no me escuchas porque no miro la respuesta que quiero o espero, pero tu Señor que sabes lo que es mejor para mi me concede solo eso, lo que necesito y no lo que pido. Dame tu gracia de saber estar atento a las bendiciones que me das y a recordar que es exactamente lo único que necesitare para ser feliz, porque tu quieres mi felicidad. Permite que mi corazón solo anhelo lo que tu quieras para mi y se conforme solamente en hacer Tu Voluntad y haga la mía a un lado. Te lo pido, por Cristo nuestro Señor, Amen!

 

Propósito:

Todo lo que quieras que los demás te hagan a ti, así también tú hazles a ellos.

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