Día 3: Novena a la Divina Misericordia. Por las almas devotas y fieles
Jesús a Sor Faustina: Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia
Oración inicial
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dios, Padre Misericordioso, te damos gracias por los favores extraordinarios que concediste a tu hija Santa Faustina a través de quien has manifestado de modo especial el abismo de tu Misericordia sobre la humanidad dolorida y alejada de Ti Te rogamos, con gran confianza, que también con nosotros manifiestes tu Misericordia concediéndonos las gracias que te pedimos en esta Novena si no son contrarias a nuestra salvación. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Oración para el tercer día
Intención: “Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Estas almas Me consolaron a lo largo del Vía Crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura” (Diario, 1214)
Oración: Jesús infinitamente compasivo, que desde el tesoro de Tu misericordia les concedes a todos Tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de Tu clementísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de Él. Te lo suplicamos por el extraordinario amor Tuyo con que Tu Corazón arde por el Padre celestial
Son impenetrables las maravillas de la misericordia, no alcanza sondearlas ni el pecador ni el justo, miras a todos con compasión, y atraes a todos a tu amor
Oración: Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de Tu Hijo y por su dolorosa Pasión, concédeles Tu bendición y rodéalas con Tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen Tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén. (Diario, 1215)
Rezar la coronilla de la Divina Misericordia:
Usando un Santo Rosario como guía, empezamos diciendo:
Padre Nuestro, Ave María y El Credo
Donde comunmente se reza el misterio del rosario, se pronuncia lo siguiente:
“Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero”.
En cada cuenta pequeña de las decenas se dice:
“Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”
Al finalizar todos los misterios de la coronilla, repetir tres veces:
“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero”.
Jaculatoria: “Oh, sangre y agua que brotaron del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de infinita misericordia para nosotros, Jesús en Ti confío”.