MIERCOLES DE LA SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA
Leer textos: Jeremías 18,18-20/ Salmo 30/ Mateo 20,17-28
Reflexión:
La diferencia entre poder y servicio.
El capitulo 18 de Jeremías nos ofrece, a través del profeta, el dialogo intimo de Dios con su pueblo; es un texto que combina una hermosa enseñanza sobre el perdón y la conversión de la persona, a través del ejemplo del alfarero, con los sentimientos humanos de temor y abandono que experimenta el profeta, quien clama venganza contra aquellos que quieren hacerle el mal. Los versículos que leemos en la primera lectura son muy breves, por lo cual valdría la pena leer el capitulo 18 completo, para entenderlo mejor.
El evangelio nos presenta a Jesús que va de camino hacia Jerusalén. Hemos escuchado los versículos 17-28 del capitulo 20, mismos que podemos dividir en tres partes: en la primera, Jesús llama aparte a sus discípulos y les dice claramente lo que significa subir a Jerusalén, la capital y centro del poder político y religioso. No va a llegar para ser proclamado rey, sino para ser condenado a muerte, porque su mensaje se ha vuelto incomodo, tal como le sucedió al profeta Jeremías,; “pero al tercer día resucitara” (vv.17-19). Probablemente sus discípulos lo oyeron, se vieron el uno al otro sin entender, y en fin de cuentas no cambiaron su concepción gloriosa del Hijo de Dios. Esto lo sabemos precisamente por lo que nos narra la segunda parte de este pasaje evangélico, donde la madre de Santiago y Juan pide para sus hijos los puestos de honor en el reino. ¡Que petición mas absurda! Les acaba de explicar lo que le espera en Jerusalén, pero, como si no hubiera dicho nada, ellos piden un buen pedazo de reino. Jesús les pregunta si son capaces de soportar el sufrimiento. Ellos dicen que si y, en efecto, mas tarde padecerán también el martirio, pero de momento no saben de que se trata.
Por ultimo, la tercera parte de este pasaje es la reacción lógica del resto de los discípulos ante la petición de la mamá de los hijos de Zebedeo. Se indignaron se enojaron, porque se les adelantaron en pedir privilegio exclusivos. Sin embargo, este episodio sirvió para que los discípulos recibieran una de las enseñanzas mas importantes del mensaje y la misión de Jesús: el servicio. Con esto invierte la lógica de la autoridad y del poder, no se trata de ser servidos, sino de servir.
Casi todos los que debaten y luchan por obtener un puesto de autoridad, manejan esta idea del servicio durante la campaña de promoción. Gritan a los cuatro vientos que ellos no buscan el puesto para tener privilegios, sino para servir a su comunidad. ¿Sera cierto?
Pero dejemos en paz a quienes buscan puestos importantes, de autoridad y poder, y preguntémonos si nosotros entendemos las palabras: “No he venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida en rescate de muchos”. ¿Cómo convives en tu familia y en tu comunidad? ¿Cómo servidor de los demás o como el que se sirve de los demás?
Oración personal:
Señor, déjame aprender de ti a ser el servidor de mis hermanos! No deseo mas que buscar hacer lo que tu hiciste, lo que tu dijiste y amar como tu amaste. Permite que nunca busque ser servido antes que servir y que recuerde siempre tu ejemplo y lo siga en todo momento. Amen!
Propósito: Hoy será amable y servicial con mi prójimo.