MARTES DE LA SSEGUNDA SEMANA DE CUARESMA
Leer textos: Isaías 1,10.16-20/ Salmo 49/ Mateo 23,1-2
Reflexión:
“Cae mas pronto un hablador que un cojo”
Los dichos populares son sabios, y por eso comenzamos esta reflexión aludiendo a uno de ellos. “Cae mas pronto un hablador que un cojo”. Jesús tuvo varis enfrentamientos con los doctores de la ley, los escribas y los fariseos, grupos religiosos del pueblo judío que se encargaban de enseñar y explicar la ley de Moisés al pueblo; en una palabra, podemos decir que eran los guardianes de las tradiciones y de las buenas costumbres en aquel tiempo.
Tal vez alguien interrogó a Jesús acerca de ellos diciendo: “¿Tu que piensas de los escribas y fariseos?. A lo cual Jesús respondería con estas palabras: “Pongan atención y hagan todo cuanto ellos les digan, pero no imiten sus obras; porque dicen pero no hacen: (Mt 23,3). Sabia respuesta, pero, ¿por qué hacer caso a lo que decían y no a lo que hacían? Porque enseñaban bien la ley que había que cumplir, pero ellos eran los primeros en transgredirla, al preocuparse mas por la fama, el reconocimiento Publio y el trato privilegiado en la sociedad.
Son palabras duras, pero muy ciertas. Y si en aquel entonces se referían a los escribas y fariseos, hoy en día podemos aplicarlas a todo aquel que tienen una función de autoridad en la sociedad: los políticos, los profesores, los sacerdotes, los pastores, los directores, los padres y madres de familia… en una palabra, a todos aquellos que tienen un rol de enseñar, gobernar, educar, dirigir en la sociedad. La enseñanza de sus palabras es necesaria pero la eficacia de la misma depende muchas veces de su modo de actuar, del ejemplo que dan.
Jesús no descalificó la enseñanza de los escribas, sino su conducta, y pone en guardia a los que reciben su instrucción. Entendamos que el aprendizaje depende mucho de quien recibe la instrucción, de su madurez y objetividad, para que los malos ejemplos de aquel que le se enseña no sean una justificación para perderse. Cada uno de nosotros, para aprender y formarnos adecuadamente, pero no debemos olvidar que los primeros sujetos, y los mas interesados de la formación somos nosotros mismos. Siempre tendremos buenos y malos líderes, guías, pastores, etc., y siempre tendremos la posibilidad de aprender lo bueno y evitar lo malo.
¿Cuál es mi actitud con aquellos que están bajo mi responsabilidad? ¿Cuál es mi actitud con aquellos que me guían, enseñan o gobiernan? ¿Qué ejemplo doy a los demás?
Oración personal:
Amado Señor, mucho es lo que necesito reflexionar sobre mi conducta y actitud hacia los demás. Permite que siempre tenga un actitud de amor, comprensión, caridad con mi prójimo. Que sepa ser ejemplo de todo esto que antes dije para dar muestras de que tu vives en mi. Amen!
Propósito:
Hoy trataré de ser coherente con lo que digo y lo que hago.