Evangelio Hoy

Fiesta de san Felipe y Santiago, apóstoles

Evangelio según San Juan 14,6-14. 

Jesús dijo a Tomás: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. 
Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”. 
Felipe le dijo: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”. 
Jesús le respondió: “Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: ‘Muéstranos al Padre’? 
¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. 
Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras. 
Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre.”
Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 
Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré.”

Reflexionemos

San Vicente de Paúl (1581-1660), presbítero, fundador de la Congregación de la Misión y las Hijas de la Caridad
Entrevistas a las Hijas de la Caridad, Conferencia del 1ero de mayo de 1648. (Trad. ©Evangelizo.org).

«Como Jesús formó a sus apóstoles»

Mis hermanas, ustedes saben que las conferencias le sirvieron a Nuestro Señor para el establecimiento de su Iglesia. Desde el día en que reunió a sus apóstoles, se las impartió; después, cuando su Compañía fue más grande y tuvo apóstoles y discípulos, a veces tuvo también con ellos asambleas. Y fue en una conferencia como esa que Felipe, cuya fiesta celebramos este día, dijo a Nuestro Señor: « Señor, nos hablas de tu Padre, pero has que veamos al Padre»; y Nuestro Señor le respondió: «Quien me ve, ve al Padre; mi Padre y yo somos uno».

Los apóstoles compartían sus dificultades en esas conferencias, y Nuestro Señor les respondía. Les hablaba del crecimiento de la Iglesia y de los medios que servían a Dios para hacerla florecer. De manera, mis queridas hermanas, que podemos decir, y es cierto, que el mismo Jesucristo instituyó las conferencias y las utilizó para el comienzo, el progreso y la perfección de su Iglesia. Después de su muerte y de su gloriosa ascensión, las instrucciones que se daban a los fieles se hacían por medio de los apóstoles y sacerdotes bajo la forma de conferencias. No había sermones; cuando los cristianos estaban reunidos, comenzaba la conferencia.

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *