Evangelio Hoy

Martes de la quinta semana de Cuaresma

Evangelio según San Juan 8,21-30. 

Jesús dijo a los fariseos: 
“Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir”. 
Los judíos se preguntaban: “¿Pensará matarse para decir: ‘Adonde yo voy, ustedes no pueden ir’?”. 
Jesús continuó: “Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. 
Por eso les he dicho: ‘Ustedes morirán en sus pecados’. Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados”. 
Los judíos le preguntaron: “¿Quién eres tú?”. Jesús les respondió: “Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo. 
De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo”. 
Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre. 
Después les dijo: “Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó. 
El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada”. 
Mientras hablaba así, muchos creyeron en él. 

Reflexionemos

Filomeno de Mabboug (¿-c. 523), obispo de Siria
Carta sobre la vida monástica (Trad. ©Evangelizo.org)

“Cuando sea elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí” (Jn 12:32)

Deseo que sepas y que comprendas hermano…que hay muchas serpientes en el desierto que muerden la multitud de tus pensamientos, es decir las injurias, las difamaciones, las angustias, las murmuraciones, las disputas, las calumnias que son lanzadas en contra tuya…Pero si quieres escapárteles, haz lo que hacían los israelitas…: ellos miraban a la serpiente de bronce que Moisés había elevado sobre la cima de la montaña, y todos lo que obedecían y la miraban eran sanados. Tú también, cuando te veas mordido por una de estas serpientes, mira a nuestro Señor Jesucristo suspendido en la cruz…Como dijo el apóstol Pablo: «Fija los ojos en Jesús, origen y término de nuestra fe. Renunciando a la felicidad que se le ofrecía escogió la humillación de la cruz» (He 12:2)…

He aquí en pocas palabras como es que debes fijar los ojos en él cuando has sido mordido por las serpientes: cuando seas deshonrado, fija los ojos en él; quien fue deshonrado por ti, fue tildado de demonio y de Samaritano (Jn 8:48)…, fue pisoteado, abofeteado, le escupieron en la cara, le dieron vinagre de beber y también hiel, le golpearon la cabeza con una caña. Si te muerde un pensamiento de vanidad, porque se te confían tareas importantes, recuerda la palabra de nuestro Señor: «cuando hayan hecho todo lo que les ha sido mandado, digan: no somos más que unos pobres servidores » (Lc 17:10). Si tienes ganas de menospreciar a tu hermano a causa de su debilidad, fija los ojos en aquél que mostró más atención por los pecadores, los publicanos y las prostitutas para convertirlos por medio de su encuentro; más bien que por los justos que no tenían necesidad de conversión (Lc 5:30-32). Y cuando tus tendencias naturales y los demonios te agobien, fija los ojos en él, colgado en la cruz, las manos y los pies fijados por los clavos…

Sin cesar medita sobre estas cosas en tu corazón, y el veneno de las serpientes desaparecerá de tu corazón. Por su crucifixión, Jesús está más cerca de ti que lo que la serpiente de bronce estuvo de los hebreos: él vive en tu corazón, y en los pliegos secretos de tu alma la luz de su rostro glorioso resplandece.

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