Lunes de la segunda semana del tiempo ordinario
Evangelio según San Marcos 2,18-22.
Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?”.
Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo.
Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!”.
Reflexiones
Odas de Salomón (texto cristiano hebraico de principio del siglo II)
N° 2
“El Esposo está con ellos”
[Por el bautismo] recibo el amor del Señor (Ga 3,27)…
me estrecha.
No habría sabido amar al Señor,
si Él mismo no me hubiera amado primero.
¿Quién puede comprender el amor,
si no es el que es amado?
Estrecho al Amado y mi alma le ama.
Donde está su descanso,
allí me encuentro (cf Ct 1,7).
No seré más un extranjero;
el Altísimo es misericordioso.
Soy uno en Él,
por que el Esposo encontró al que le amaba.
Porque amo al Hijo,
me hago hijo.
Sí, quien se adhiere al que no muere
será inmortal.
El que se complace en la Vida
estará vivo a su regreso.
Tal es el espíritu del Señor,
sin mentira,
que enseña a los hombres
a conocer sus caminos.
Sed prudentes, comprended
y estad vigilantes. ¡Aleluya!