Evangelio según San Marcos 1,1-8.
Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.
Como está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.
Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos,
así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.
Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.
Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo:
“Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias.
Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”.
Reflexionemos
San Francisco de Sales (1567-1622), obispo de Ginebra y doctor de la Iglesia
Sermón para el cuarto domingo de Adviento
“Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos”
Cuando el pueblo de Israel fue llevado a la esclavitud por los paganos y enviado cautivo entre los persas y medas, después de una larga cautividad, el buen rey Ciro decidió darles la libertad y conducirlos a la tierra prometida. Con una poesía divina, el profeta Isaías, entona este canto: “ Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios…hablad al corazón de Jerusalén, gritadle que se ha cumplido su condena y que está perdonada su culpa…” (Is 40,1ss) Por esto decía esta gran profeta al pueblo de Israel: “Preparad en el desierto un camino al Señor…”
¿Por qué dice Dios que perdonará a su pueblo de Israel sus iniquidades? ¿ porque han llegado al colmo de sus maldades? Los Padres antiguos…enseñaron que estas palabras hay que entenderlas….como si Dios dijera: “Cuando están en el colmo de sus aflicciones y cuando sienten fuertemente el peso de sus iniquidades en esta esclavitud y servidumbre, después de haber castigado sus maldades…., yo los miraré con compasión. Llegados al colmo de sus sufrimientos, yo me compadezco de ellos. Ahora, les perdono sus maldades…Cuando llegados al colmo de su ingratitud, cuando parece que ya no tienen memoria de Dios y de su misericordia, les perdonaré su iniquidad”…Cuando la providencia de Dios ha querido mostrar a los hombres su bondad como algo admirable, – porque no existía motivo alguno que forzara a Dios a la compasión-, únicamente su bondad fue el motivo de comunicarse a su pueblo de una manera prodigiosa.
Cuando Dios entra en este mundo los hombres habían llegado al colmo de su iniquidad. Cuando las leyes estaban en manos de Anás y Caifás…., cuando Herodes reinaba y Poncio Pilato presidía Judea: en este momento vino Dios al mundo para rescatarnos y librarnos de la tiranía del pecado y de la servidumbre de nuestro enemigo.