Sonrisa de un corazón pleno
El dicho “La sonrisa es contagiosa” puede estar un poco gastado por el uso, pero describe un efecto sorprendente –algo que todos hemos experimentado.
Una empleada de los Cristóforos nos dio un día este ejemplo:
Luego de una noche sin dormir y una mañana de complicaciones, salió de la casa para el trabajo sintiéndose cansada y deprimida.
Camino al tren vio a un niño en un cochecito. El pequeño la miró con una sonrisa radiante y saludándola con su manita le dijo, “¡Hola!” Una sonrisa y un gesto plenos de gozo que esparcían decir, “¿No es maravillosa la vida?”
Nuestra compañera dice que sintió un cambio de ánimo al instante, como si hubiera visto la maravilla y la belleza de la vida a través de los ojos del niño.
Un corazón dichoso transmite su dicha a los demás.
Un corazón alegre mantiene al hombre con vida; la alegría prolonga la existencia. (Sirácides 30:22)
Espíritu Santo, cólmanos de tu gozo.